Esta es sin duda una buena película sobre una
de las batallas que más demuestran el genio militar de Napoleón
Bonaparte, así como una de las más sangrientas de la Historia con unos
53.000 muertos aproximadamente en un solo dia. La cinta cuenta con una
gran recreación histórica, con uniformes correctos, tiros de artillería
en la mayoría correctos además del muy buen retrato psicológico de los
personajes. Orson Welles, que de el podría decirse que es uno de los más
grandes de la Historia del cine, tanto como actor como director.
Muestra aquí el caracter colérico, generoso, histriónico, genial de
Napoleón.
Eso si, la película adolece de unos cuantos fallos, en la temática
narrativa, pues que tardan demasiado en los preparativos de la batalla
antes de llevarnos a ella. Viéndose el tratado de Amiens, el fracaso de
este y demás evento históricos como la Coronación de Napoleón como
Emperador. Hasta que al final llega la batalla.
No se si para ahorrar presupuesto o no, pero tiene de algunos fallos de
montaje, o mejor dicho de realización. Considero una carencia muy
grande, que se hable de la Coronación de Napoleón, y sin embargo, esta
escena no aparezca en la cinta. Así como a la hora de la batalla, muchas
veces se abuse de fondo y decorado y un número de unas cuantas decenas
de extras y cámara cercana para retratar el fragor de la batalla. En el
aspecto militar, resulta inverosimil el ver cargar caballería contra
caballería.
Salvo por estas cosas, una buena película histórica y bastante
entretenida, con la más que destacable interpretación del gran Orson
Welles.
No obstante, sigo pensando, que la mejor película de las Guerras
Napoleónicas que se ha hecho es la superproducción italo-soviética de
Waterloo. Iguala el nivel interpretativo de Welles y la dirección,
realización, montaje, dirección artística supera con creces a esta
cinta.
JCR
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