En los años 70, surgieron una serie de
películas, normalmente de bajo presupuesto, en las que solitarios e
hieráticos tipos se tomaban la justicia por su mano. De alguna forma era
el reflejo de un descontento por parte de la sociedad sobre la
futilidad de la justicia y la inoperancia de las fuerzas de seguridad
del Estado ante la avalancha de crímenes y violencia que sufrían las
principales ciudades de Estados Unidos, aunque fue New York la que se
consideró como ciudad paradigmática de esto.
El tiempo ha barrido sin piedad a la mayoría de subproductos de este
tipo, quedando prácticamente todos ellos olvidados excepto por algunos
nostálgicos. Sin embargo este film, dirigido Michel Winner y
protagonizado por una de las estrellas de los 70, Charles Bronson, ha
conseguido perdurar, aunque sea en las estanterias de algunos (ya cada
vez menos) video-clubs. Bronson interpreta a Paul Kersey, un acomodado
arquitecto que a consecuencia de un asalto callejero pierde a su mujer, y
la salud mental de su hija, violada por los agresores. Una vez
comprobada la inutilidad de recurrir a los medios legales, Kersey
decidirá "limpiar" la ciudad de maleantes. El film, tosco, con un exceso
de escenas nocturnas, y de bajo presupuesto, se limita a seguir las
andanzas de Kersey, encarnado por un imperturbable Charles Bronson, cual
pistolero urbano. Hay una cierta voluntad de acercar el polvoriento y
abierto western a la gran ciudad, aspecto que se observa en las armas
empleadas (parecidas a los colts de los "gun-man" y la resolución de
algunos tiroteos.
El film responde a esa sensación de indefensión que sentía el ciudadano
medio, y ello explica, sin duda, el éxito en su momento de su respuesta
agresiva y vengadora a la violencia imperante. Aunque queda claro que
el mensaje es bastante simplista, Charles Bronson, aprovechó bien el
tirón para encarnar algunas veces más al "vigilante" autoencargado de
limpiar la ciudad.
manulynk
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