Denostada adaptación por parte del gran
público de una de las grandes novelas de Herbert George Wells, que a mi
juicio no solamente se deja ver sino que además lleva a la reflexión por
su carga filosófica.
El film tiene los ingredientes suficientes para hacer de su visionado un
acierto aunque es verdad que se podía haber sacado mucho más. Sobre
todo teniendo en cuenta que tenemos una nómina de actores de lo más
granado de su tiempo. Michael York, que a mi siempre me pareció mejor
actor de lo que la historiografía nos cuenta, una Barbara Carrera, que
nadie podrá negar que ha sido una de las mujeres más bellas de aquellos
años setenta. Pero sobre todo un fantástico Burt Lancaster que siempre
que aparece en pantalla ofrece una lección de cine mostrando una
ambigüedad difícil de conseguir por otros colegas de profesión.
El guión no termina de funcionar del todo debido a la poca pericia de
los autores, guionistas ocasionales que no conocían la profesión
debidamente. Aún así se consigue una extraña mezcla de fantasía y terror
que genera interés y desasosiego a la vez.
Es verdad que al director Don Taylor le falta calidad (y medios) para
sacar la historia adelante de forma brillante pero es indudable que los
directores de su corte como Lee Thompson, Ted Post o Andrew V. McLaglen
me siguen entreteniendo cuando veo sus películas aunque pase el tiempo.
En mi opinión la película contiene una excesiva carga antropocéntrica,
(no olvidemos que el autor de la novela, Wells, era un humanista
convencido en aquel momento miembro de la sociedad fabiana) incluso de
corte eclesiástico, digo esto porque hay mensajes claros como que la
ciencia no debe hacer todo lo que pueda sino lo que la ética le dicte en
conciencia. O que los animales no son ni serán como el hombre ya que
este último tiene un plus, aunque este en ocasiones se comporte como un
animal.
Si algo tiene esta película es que a nadie le deja indiferente cuando la visiona por primera vez.
Desde luego que esta versión es inalcanzable para ese bodrio de
Frankenheimer con Brandon-Kilmer que hizo hace unos años que es mejor
olvidar.
Por último me gustaría recomendar a quiénes les guste el tema la
magnífica "La isla de las almas perdidas" de Erle C. Kenton, con Charles
Laughton y Bela Lugosi que sigue siendo no solamente la mejor versión
del clásico de Wells sino una de las tres mejores películas que el cine
ha rodado basada en su obra.
vircenguetorix
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