Película más imprescindible y necesaria que buena.
Es un film larguísimo pero muy bien dirigido, no se hace pesada en ningún momento.
Lo peor de esta película es que se posiciona claramente al enfocar el
conflicto desde el punto de vista israelita. Aunque se ve claramente que
son tan terroristas unos como otros, al tratar el tema desde el punto
de vista judío, se olvida que Palestina era un país, que primero tuvo
que aguantar el dominio inglés y cuando estos vieron que no ya les
convenía, decidieron crear el estado de Israel junto con los Estados
Unidos para evitar la migración masiva, es decir, para que los judíos se
vayan a Israel, en vez de ir a molestar a los americanos con lo
cristianos que son. Además les armamos hasta los dientes para hacer
frente a la comunidad musulmana dueña del petróleo y así matamos dos
pájaros de un tiro. Lo más triste es que lo voto la O.N.U. con algunas
coacciones, y alguna trampilla como la de Panamá (estado que fue creado
por Estados Unidos para dominar el canal) pero bueno, seguramente habría
ganado igualmente.
El pueblo judío tiene mucho menos derecho a crear el estado de Israel en
Palestina que el que tendría la comunidad musulmana en crear el estado
de Al-Andalus en la Península. Recordemos que solo hace poco más de 500
años de la existencia de Al-Andalus (por cierto, estado totalmente
tolerante con todas las religiones), en cambio el antiguo estado de
Israel se creó hace casi 3000 años (926 a.C.) y solamente duró unos 200
años, nada comparado a Al-Andalus que duró casi 800 años. Los Palestinos
tienen todo el derecho del mundo a defender su país.
La película no miente descaradamente, Preminger es más inteligente. Es
más la película da constancia de atentados de terroristas de judíos.
Pero lejos de provocar una reflexión sobre la definición de terrorista
en el sentido de que los terroristas son solamente los que atentan
contra el gobierno vigente y que cuanto cambia el estado cambia el color
de los terroristas. Lo vemos todo a través del cristal judío. El
terrorismo judío casi se ve justificado como un paso necesario para
obtener la libertad, de hecho los terroristas (asesinos) serán luego
héroes y tendrán importantes cargos gubernamentales en el nuevo estado
de Israel.
El atentado judío que sale en la película lo vemos a través de dos
explosiones lejanas sin más. En cambio en el caso contrario nos enseñan
las víctimas y el sufrimiento.
El planteamiento inicial, incuso la primera hora, parece neutral, o como
mínimo, honrado. Pero a medida que avanza la película se va
posicionando cada vez más hacia una ideologia concreta de forma poco
ortodoxa y con recursos impropios de Preminger.
Pese a todo esto es un documento de gran valor, que da mucho que hablar y
del cual podemos aprender muchas cosas. Aunque los discursitos de Paul
Newman (el mejor actor del mundo) suenen tan poco creíbles.
Fixu
esta muerto el link. lo pueden resubir?
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