Arranca en algún lugar de Nueva York, con un
tipo sentado en un detector de mentiras siendo interrogado por los 40 kg
de heroína con que ha sido detenido y que declara que es un agente
francés y que actuaba obedeciendo órdenes, saltando inmediatamente al
despacho del jefe del detenido (Jean Rochefort), situado en algún lugar
de Paris, en la que se nos muestra a este sorprendido por la imputación y
acusando veladamente al tipo que ocuparía su cargo en caso de ser
sustituido, ante la imperturbabilidad de este, sospecha que resulta ser
cierta al descubrir que tiene su casa plagada de micrófonos, decidiendo
utilizar al intrigante diciéndole a su ayudante ante los micros que va a
llegar al aeropuerto de Orly un tipo que tiene las claves para
esclarecer el asunto, y fuera de micrófono que en realidad no tiene a
nadie, que escoja al primero que pille para que muerda el anzuelo y así
poder pillarle..
A la hora señalada se juntan en el aeropuerto un enjambre de agentes,
tanto los que se suponen van a recibir al tipo, como los que quieren
saber quién es para neutralizarle. El encargado de la elección tras
varios titubeos (esta a punto de elegir a un negro alto con un abrigo
verde) ve aparecer en lo alto de unas escaleras mecánicas a un tipo
alto, rubio y que lleva un zapato marrón y otro negro (Pierre Richard), y
decide que ese va a ser, por lo que se le acerca y le saluda
efusivamente, pidiéndole a continuación en voz queda disculpas, que se
había equivocado y dejando al tipo seguir su camino.
A partir de aquí tenemos una divertidísima comedia de enredos, con el
tipo haciendo su vida normal y una cohorte de espías siguiéndole a todas
horas por las calles de Paris e interpretando sus movimientos como los
de un avezado superagente, plagada de acertados y descacharrantes gags
en base a los abundantes equívocos devenientes de la situación.
Pierre Richard es la estrella indiscutible de la función, en la que
también destacan Jean Obé como su caricaturesco amigo Botrel y una de
las rubias más sexy que nos ha dado La France: Mireille Darc, guapísima
con su característica media melena y aquí luciendo un sensual vestido
con un vertiginoso escote trasero.
Fue todo un éxito en la España de los 70, teniendo una larga vida
comercial, sobre todo en el circuito de los cines de sesión continua,
cines de verano y demás entrañables escenarios en los que devoraban cine
los españolitos de la época, prácticamente hasta la aparición de los
primeros reproductores de video.
Se hizo una secuela (Le retour du grand blond 1974) y un remake en los
USA interpretado por Tom Hanks (El hombre del zapato rojo 1985).
Absolutamente recomendable.
tiznao
Muy buena,
ResponderEliminartraten de subir la segunda parte, gracias.
SALUDOS
Hola buenas, abria alguna posibilidad de conseguir o descargar de nuevo la peli: EL GRAN RUBIO CON UN ZAPATO NEGRO BY YVES ROBERT (1972) CASTELLANO. Espero tu respuesta lo agradeceria muchisimo, gracias por todo, un saludo.
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