La piel en el asfalto by James William Guercio (1973) CASTELLANO


Electra Glide in Blue
Año
Duración
114 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Robert Boris (Historia: Robert Boris, Rupert Hitzig)
Música
James William Guercio
Fotografía
Conrad L. Hall
Reparto
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Productora
United Artists
Género
Acción | Policíaco. Película de culto
Sinopsis
John Wintergreen (Blake) es un policía de carretera de Arizona que está cansado de hacer sus rondas en moto. A él le gustaría ser detective. Su oportunidad llega cuando él y su compañero encuentran un cadáver. Parece un suicidio, pero Wintergreen opina que se trata de un asesinato. Cuando la autopsia verifica sus sospechas, se encargará de la investigación del caso. (FILMAFFINITY)
Premios
1973: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)
1973: Globos de Oro: Nominada Mejor actor - Drama (Robert Blake)

Arranca con unas muy resultonas escenas sobre las cuales vemos sobreimpresos los créditos, que fuera de plano nos va mostrando el aspecto físico e idiosincrasia de John Wintergreen (Robert Blake), las cuales culminan con este vestido de policía y saltando a un plano donde vemos alienadas unas preciosas Harley Davidson Electra Glide policiales en una campa con el árido fondo de los paisajes de Arizona, seguido de una arenga a los policías ante de salir a patrullar en la que podemos ver la corta estatura de John (Big John para los amigos) con respecto a sus compañeros y las ansias de cambiar la moto por una placa de detective en un breve parlamento con un superior.
Todo esto a modo de magnifica, recia y sumamente descriptiva introducción al personaje, a partir de aquí y como consecuencia del hallazgo por parte de Big John de un tipo muerto en una cabaña y la firme oposición al dictamen del forense que pretende cerrar el caso como suicidio, cuando según luego vemos se trata de un asesinato, es reclutado por el duro (una especie de triste remedo de Harry Callahan sureño pasado de rosca) detective Poole (Mitch Ryan) como chofer y ayudante de la investigación (la escena en que se enfunda el ansiado y sureño traje con un poster de fondo de los míticos reyes del rock and roll músico vocal “The Coasters”, a ritmo de una de sus canciones es de un apabullante poderío visual, pondría la mano en el fuego que se trata de ellos aunque para mi sorpresa no figuran en los créditos finales ninguna canción de mis admirados negritos).
Magnifica y extraordinaria película que podríamos calificar como el reverso a la vez que complemento de esa América que vimos retratada en “Easy rider 1968”, con una magnífica interpretación de Robert Blake (futuro triunfador con su televisivo “Baretta”), con uno de los mejores y más estilosos y recios finales nunca vistos (impresionante el fondo de Death Valley), una banda sonora estratosférica, única película que dirigió el reputado productor musical James William Guercio, colaborador de Frank Zappa y manager de los magníficos “Chicago” (el bajo y cantante de la banda Peter Cetera actúa en el papel del sospechoso de asesinato motero Bob Zemko) y con un aroma a Peckinpah, Siegel y demás maestros que impregna todo el metraje. Como curiosidad añadir que cuando se estreno en Madrid en el cine Emperador de la Gran Vía, se exhibía en el vestíbulo una Harley Davidson Electra Glide clavadita a la de la película que nos hacia babear a los críos de la época y que a buen seguro inoculo el gen motero a más de uno y más de dos (por cierto, no quisiera olvidarme de reseñar la poderosa persecución de Big John y su compañero Zippy a lomos de sus Harleys, dando caza a la banda de moteros de Bob Zenko).
tiznao






1 comentario:

  1. Curioso film, que parece pretender ir un poco más allá que sus congéneres.
    Así, Guercio, un, para mí, desconocido director, reliza una película con estilo documental, con buenas interpretaciones, una fotografía lograda y una puesta en escena en verdad elaborada.
    Sin embargo, la cinta acaba por no convencer, resultando, poquito a poquito, menos fácil de ver.
    No es que aburra, pero sí que acaba por no interesar del todo, quizás por su muy irregular ritmo.
    Todavía recuerdo la primera vez que se le ve en la pantalla a Blake. Todos los policías en fila, más altos que una estatua, la cámara va de uno en uno, viéndose las cabezas y de repente...el vacío. La cámara debe ir bastante más abajo para que se le vea la cabeza.
    Muy bien Robert Blake, más tarde Baretta,

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