Más allá de la reencarnación by Simon Wincer (1980) castellano

Título original
Harlequin (Dark Forces)
Año
Duración
95 min.
País
Australia Australia
Director
Guión
Everett de Roche
Música
Brian May
Fotografía
Gary Hansen
Reparto
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Productora
Western Australian Films / Ace Productions
Género
Thriller. Fantástico. Drama. Intriga
Sinopsis
Tras curar la leucemia del hijo de un importante senador, un hombre misterioso va, poco a poco, adentrándose en su vida y en la de su esposa que acaba sintiéndose atraída por él. Son muchos los que temen que este curandero milagroso no sea más que un charlatán que sólo busca manipular al político. (FILMAFFINITY)
Premios
1980: Sitges: Mejor Guión y fotografía
Bueno, vamos a ver: esta película es una obra maestra. No, espera: ¿pero no habíamos dicho que era una gilipollez de esas que provocan nauseas? Interesante dilema el que se nos plantea. Y lo es precisamente porque en este simpático filme soy capaz de percibir tanto elementos de maestría cinematográfica al más alto nivel, como situaciones y momentos fétidos y tóxicos de solemnidad.

Una mezcolanza tan sumamente surrealista y dispar que hace que enfrentarse a esta modesta película resulte una experiencia para nada superficial. Se trata más bien de un reto a nuestro intelecto, un tira y afloja constante entre la película y nosotros mismos por ver quien es el primero que cede. Y pueden suceder dos cosas: que aguantemos el tipo hasta el final ante este raro experimento de Simon Wincer (de lograrlo, el sabor de boca que nos dejará "Arlequín" será bastante agradable y duradero) o que el filme nos termine superando y la experiencia fílmica se convierta en un auténtico vía crucis.

He de reconocer que durante la primera mitad del metraje estuve bastante hastiado y quemado ante lo que veía, básicamente porque me parecía una soberana estupidez carente del más mínimo sentido de la lógica y de la decencia hacia el espectador. Sin embargo, no llego a comprender muy bien cómo ni por qué, poco a poco me fui sumergiendo en la trama. Sin enterarme, me vi completamente atrapado por el Arlequín y sus malas artes, y fue entonces cuando el surrealismo y la locura que desprende cada uno de los fotogramas del metraje empezaron a entrar prácticamente sin oposición alguna en mi interior... y comencé a disfrutar. De verdad que me lo pasé realmente bien con la sarta de despropósitos y sinsentidos que se iban sucediendo en la pantalla.

seagal4ever





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