"El protagonista a uno de sus hombres, de raza negra:
- No dejo fumar en mi barco porque vi muchas radiografías en el hospital
cuando la guerra de Corea. Una vez vi la de un soldado sano y otro
fumador. El sano tenía los pulmones de un magnífico color rosa, el otro
en cambio tenía los pulmones de un horrible color ne.... ¡bueno, de un
color muy oscuro!"
Distraída cinta de aventuras con mezcla de thriller, que se ve es
modesta en cuanto a ambiciones y producción. Vaya, que es notorio que no
se han gastado muchos dólares al hacerla.
Está protagonizada, producida y guionizada por el simpático Cornel Wilde
que, esta vez, no se ve acompañado de su fiel esposa Jean Wallace. Y es
que, salvo la aparición de una sensual chica joven que sonsaca
información al más joven de la tripulación, no hay sitio más que para
machotes. Y estos están a cargo de buenos intérpretes de los mal
llamados "secundarios", entre los que destaca el siempre estupendo
Yaphet Kotto y el aquí psicópata de manual Cliff Osmond (interesante
connotación homosexual que tiene con uno de sus hombres).
La película resulta amena, o al menos no aburre. Tiene más bien pocos
mimbres pero se sigue bien e incluso tiene algunas felices escenas como
la persecución de los malosos a los buenos mientras estos intentan
desesperadamente llegar a una isla volcánica. También son curiosas
algunas escenas bajo las aguas, a cargo de valientes especialistas.
Por lo demás, no mucho pero, repito, se puede ver sin mayor problema por más que no deje huella alguna.
Para pasar el rato y ya está.
https://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Constancio
Distraída cinta de aventuras con mezcla de thriller, que se ve es modesta en cuanto a ambiciones y producción. Vaya, que no se ve que no se han gastado muchos dólares al hacerla.
ResponderEliminarEstá protagonizada, producida y guionizada por el simpático Cornel Wilde que, esta vez, no se ve acompañado de su fiel esposa Jean Wallace. Y es que, salvo la aparición de una sensual chica joven que sonsaca información al más joven de la tripulación, no hay sitio más que para machotes. Y estos están a cargo de buenos intérpretes de los mal llamados "secundarios", entre los que destaca el siempre estupendo Yaphet Kotto y el aquí psicópata de manual Cliff Osmond (interesante connotación homosexual que tiene con uno de sus hombres).
La película resulta amena, o al menos no aburre. Tiene más bien pocos mimbres pero se sigue bien e incluso tiene algunas felices escenas como la persecución de los malosos a los buenos mientras estos intentan desesperadamente llegar a una isla volcánica. También son curiosas algunas escenas bajo las aguas, a cargo de valientes especialistas.
Por lo demás, no mucho pero, repito, se puede ver sin mayor problema por más que no deje huella alguna.
Para pasar el rato y ya está.