Normalmente las sinopsis argumentales que
ofrece Film Affinity suelen ser bastante acertadas, pero cualquier
parecido con lo que cuenta la película es, en esta ocasión, pura
coincidencia. Tanto es así que he tenido que contrastar con la carátula
de la peli los nombres del reparto para constatar que se trataba de la
misma obra.
En realidad es una variación de la temática de ‘El último samurai’, bien
es cierto que esta es 22 años anterior a la de Zwick: el choque
cultural que supuso para Japón la apertura al mundo exterior y el
abandono acelerado de la mentalidad feudal. Está ambientada en los años
centrales del siglo XIX, cuando la expedición del comodoro Perry llegó a
las costas niponas, anticipando la revolución Meijí. Ubicada
cronológicamente unos 25 o 30 años antes que la de Watanabe y Cruise,
cuenta con varios elementos que juegan en su contra. Por un lado, la
evidente falta de presupuesto y lo rudimentario de la técnica de
aquellos años, aunque la realización es tan torpe que, en lugar de 1981
parece realizada en 1881. El sentido del espectáculo no es que sea
arrebatador y algunos personajes, como el forzudo pelirrojo o la samurái
maciza, recuerdan más a un episodio de ‘El Equipo A’ o de ‘El coche
fantástico’ que a una película de época, por mucho enfoque aventurero
que se le quiera dar.
De acuerdo que es una producción modesta, pero no puede decirse que la
emoción ni el talento emanen a raudales. Mifune, testimonial y rayano en
lo gagá. Tirando a ridícula.
Shinboneniná
Vista en septiembre del 2019 no deja de ser un filme que evoca épocas pasadas mías, relativas a las pelis de serie B y a simpáticas series de televisión de aventuras, que daban por la caja tonta y que disfrutábamos, entre otras cosas porque no les exigíamos mucho. Simplemente pasar el rato.
ResponderEliminarY aquí sucede otro tanto, aunque no se disfrute tanto como entonces.
No, no aburre, se puede ver, pero es una serie B rayando en lo C con, me temo, bastante poco presupuesto, y bien que se nota en el resultado final.
Algunos intérpretes, los más veteranos, aunque con personajes destacados, salen muy poco y se deja protagonismo a los más jóvenes, lo que le otorga más dinamismo pero también menos sustancia.
Lo que cuenta es interesante y puede resultar su visión más o menos ameno, pero más bien parece una cinta para televisión o un capítulo alargado de alguna exitosa serie, dada su impersonalidad.
Pero, vaya, se puede ver tranquilamente.